viernes, 28 de junio de 2013

Golpes de calor

Por fin está devuelta el verano y con él las buenas temperaturas, y aunque tras todos estos meses de frío nos muramos de ganas de tomar el sol, es importante no olvidar los riesgos que corremos tanto nosotros como nuestros caballos al pasar demasiado tiempo bajo él. Y es que  si no tenemos cuidado nuestro caballo podría llegar a padecer un golpe de calor, que puede tener consecuencias muy graves llegando en algunos casos a producir la perdida de nuestro querido animal. Por suerte, esto se puede evitar siguiendo unos consejos tan simples como no trabajar en las horas de más calor ni después de comer, disponer de zonas de sombra (si el caballo está en el prado) o un box fresco y bien ventilado y la abundancia de agua a disposición del caballo. También puede ser recomendable colgar una piedra de sal a su alcance para evitar las carencias de minerales que puede producir la sudoración.
Los principales síntomas de un golpe de calor son :
  • Aceleración del ritmo y cardiaco y la frecuencia respiratoria.
  • Aumento de la sudoración.
  • Piel sin elasticidad.
  • Cambios en el comportamiento(parece cansado y débil).
  • Sequedad de la boca.
  • La deshidratación, que se puede comprobar pellizcando la piel del caballo, si al soltarla no vuelve a su sitio inmediatamente es síntoma de deshidratación.
En el caso de que nuestro caballo esté padeciendo un golpe de calor lo que podemos hacer es:
  • Refrescarle con agua fría o aplicando hielo (si la temperatura es muy elevada)en la cabeza, el cuello y posteriores.
  • Dar agua fresca a intervalos.
  • Levar al animal a un lugar fresco.
  • Avisar al veterinario( sobretodo cuando la situación es grave y hay deshidratación).

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