Si eres una de esas personas que tiene o va a tener la suerte de adquirir un caballo, puede que sea la hora de pensar dónde vas a meterlo. Tenemos varias opciones a la hora de tomar esta decisión. En primer lugar, una de las opciones más comunes es alojar a tu caballo en un centro ecuestre. Actualmente, muchos de los centros utilizan los establos americanos, que consisten en un largo pasillo con boxes individuales a ambos lados, esto es una gran ventaja en lugares en los que hace mal tiempo, ya que ofrece una buena protección contra el frío, la lluvia, el viento... aunque tiene como inconveniente el hecho de que puede plantear problemas de ventilación. Los boxes tradicionales son cuadras que dan directamente al exterior, esto da a los caballos la posibilidad de ver lo que ocurre en el exterior protejidos del sol, o la lluvia por un tejado. Los centros ecuestres tienen sus ventajas, como el hecho de que tu nuevo amigo estará siempre antendido por gente que pasa su vida rodeada de caballos y por lo tanto con la experiencia adecuada para cuidarle bien. Si optas por esta opción busca un centro con buenas instalaciones y que tenga además un gran prado en el que soltar a nuestro caballo con total tranquilidad para que se relaje y de paso se relacione con otros caballos, paste o haga ejercicio. El principal inconveniente de los centros ecuestres es el precio, obviamente este varía de unos centros a otros e incluso hay algunos que cobran menos si permitimos que usen a nuestro caballo en sus clases.
Por otro lado, si tienes un terreno en el que poder instalar a tu cuadrúpedo ahorrarás tanto en alojamiento como en comida (siempre que el terreno tenga pasto suficiente y te asegures de que no hay plantas que resulten perjuduciales para la salud del animal). Si este es tu caso, has de tener en cuenta que el caballo debe disponer de un refugio en el que resguardarse cuando haga mal tiempo y de que siempre tenga agua a su alcance. También tenemos la opción de comprar una cuadra prefabricada, aunque hay que pensar muy bien dónde colocarla, ya que hay que construirla sobre una base solida, por lo que quizá exista la necesidad de echar una capa de hormigón antes de montarla.
